Las causas de la tragedia del Costa Concordia, un crucero que transportaba a más de 4.000 personas y que encalló en la costa italiana, se dilucidarán en los tribunales. Todo apunta a que el capitán de la nave, que ha sido arrestado y a quien la propia compañía apunta como responsable, tuvo un comportamiento negligente en la gestión del accidente, aunque persiste la duda sobre la precisión de las cartas marinas que guiaban la nave.
Todo comenzó en la madrugada del viernes 13 de enero al sábado 14, cuando el barco, en circunstancias que se investigan, encalló y comenzó a escorarse. En el interior del crucero, el desgobierno fue total, según han contado diversos testigos –“Tendrían que colgar al comandante”, dijo uno de los pasajeros a LaVanguardia.com-, lo que propició riesgos y heridas. En primera instancia se dio noticia de al menos seis muertos en el accidente, una cifra que fue rápidamente reducida a tres por las autoridades.
Poco a poco, se fueron conociendo más detalles sobre la nacionalidad de los pasajeros del barco, entre los que viajaban 177 españoles. Mientras todo el mundo se preguntaba cómo era posible que un crucero chocara con un escollo, el capitán del barco, Francesco Schettino, era detenido acusado de homicidio múltiple y abandono del barco.
En la madrugada del domingo se sucedieron noticias alentadoras: dos personas eran rescatadas del casco del barco, y la lista de desaparecidos, que llegó a ser de 70, se redujo a 17. Las autoridades italianas informaron de que uno de los desaparecidos era un disminuido psíquico español. Al mismo tiempo, los españoles supervivientes del accidente comenzaban a regresar a sus casas: en El Prat, 50 catalanes aterrizaban y eran recibidos con cariño y alivio por sus familias. Algunos de ellos afrontaban problemas nuevos: una pareja de Santander no sabía como podría acceder a su coche. Estaba aparcado en Barcelona y las llaves se habían quedado en el interior del Costa Concordia.
De Italia, ya en la tarde del domingo, llegaban malas noticias: los equipos de rescate habían encontrado dos cadáveres en el interior del crucero. Horas después se supo que uno de los cuerpos hallados pertenecía al ciudadano español que se daba por desaparecido, Guillermo Gual. Más adelante, un nuevo cuerpo aparecía en el barco. Las víctimas mortales ya eran seis, el número de desaparecidos se reducía a 14.
El lunes 16 las tareas de rescate de los equipos submarinos se suspendieron al producirse un deslizamiento del barco. El número de víctimas de la tragedia del Costa Concordia no se ha cerrado.
Todo comenzó en la madrugada del viernes 13 de enero al sábado 14, cuando el barco, en circunstancias que se investigan, encalló y comenzó a escorarse. En el interior del crucero, el desgobierno fue total, según han contado diversos testigos –“Tendrían que colgar al comandante”, dijo uno de los pasajeros a LaVanguardia.com-, lo que propició riesgos y heridas. En primera instancia se dio noticia de al menos seis muertos en el accidente, una cifra que fue rápidamente reducida a tres por las autoridades.
Poco a poco, se fueron conociendo más detalles sobre la nacionalidad de los pasajeros del barco, entre los que viajaban 177 españoles. Mientras todo el mundo se preguntaba cómo era posible que un crucero chocara con un escollo, el capitán del barco, Francesco Schettino, era detenido acusado de homicidio múltiple y abandono del barco.
En la madrugada del domingo se sucedieron noticias alentadoras: dos personas eran rescatadas del casco del barco, y la lista de desaparecidos, que llegó a ser de 70, se redujo a 17. Las autoridades italianas informaron de que uno de los desaparecidos era un disminuido psíquico español. Al mismo tiempo, los españoles supervivientes del accidente comenzaban a regresar a sus casas: en El Prat, 50 catalanes aterrizaban y eran recibidos con cariño y alivio por sus familias. Algunos de ellos afrontaban problemas nuevos: una pareja de Santander no sabía como podría acceder a su coche. Estaba aparcado en Barcelona y las llaves se habían quedado en el interior del Costa Concordia.
De Italia, ya en la tarde del domingo, llegaban malas noticias: los equipos de rescate habían encontrado dos cadáveres en el interior del crucero. Horas después se supo que uno de los cuerpos hallados pertenecía al ciudadano español que se daba por desaparecido, Guillermo Gual. Más adelante, un nuevo cuerpo aparecía en el barco. Las víctimas mortales ya eran seis, el número de desaparecidos se reducía a 14.
El lunes 16 las tareas de rescate de los equipos submarinos se suspendieron al producirse un deslizamiento del barco. El número de víctimas de la tragedia del Costa Concordia no se ha cerrado.
Fuente: La Vanguardia
Diversas fuentes hablan de 6 fallecidos y 17 desaparecidos. Desde Turestick nuestra indignación por lo sucedido y nuestro apoyo a todos los afectados.
Fuente fotografías: El País
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